Y aún no me explico por qué te suicidaste. Mamá dice que fue porque terminaste con Ramiro. Papá… papá no dice nada, apenas habla, se mantiene con la mirada perdida, como si estuviese viendo otro lugar o tiempo y solo por momentos durante el día regresa a la realidad. No lo culpo. La realidad no es la misma sin ti, Keyla.
Tal vez sea de familia. El abuelo Gelasio nos platicó en una ocasión que su primera hija, la tía Martina, se suicidó al cumplir los catorce. Según él, papá tenía nada más diez años cuando ocurrió. Quizá por eso nunca habla de ella.
Me pregunto si con el tiempo yo también iré a olvidarte. Parece imposible en estos momentos. Aquí, de pie, bajo el marco de la puerta de tu habitación, miro tu cama bien tendida: otra señal de que ya no estás. Es la primera vez que la…
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